Los voluntarios que forman parte de los esfuerzos de recuperación ante desastres pueden contribuir en diversas áreas, entre las que se incluyen:

• Participar en la confección y distribución de alimentos.
• Ayudar en el establecimiento y mantenimiento de refugios.
• Ofrecer cuidado pastoral y apoyo emocional.
• Atender las necesidades de los niños.
• Brindar cuidado a las mascotas.
• Colaborar en la reparación o construcción de viviendas.
• Ayudar en la organización y mantenimiento de centros de acopio.
• Facilitar la conexión de las personas con los servicios necesarios.
• Brindar apoyo en materia de salud mental.
• Contribuir con material educativo para la comunidad.
• Participar en la limpieza de áreas verdes o rutas para hacerlas transitables.

La contribución de los voluntarios es fundamental para ayudar a las personas afectadas a superar las dificultades y reconstruir sus comunidades.